Tesis Doctoral

Cierra los ojos y pide un deseo.

¿Verte investido/a como doctor/a? Si estás terminando tu Tesis Doctoral, he dado en el clavo. ¿A qué sí? Si estás terminando tu Tesis Doctoral, éste será uno de tus primeros deseos, porque te has enfrentado a un gran reto y lo has superado y ahora ya sólo queda el final.

Las tesis doctorales son una odisea intelectual única; a través de la investigación, la reflexión crítica y la escritura, los doctorandos contribuís al vasto paisaje del conocimiento académico. Este viaje no solo forma a los académicos de mañana, sino que también impulsa el progreso dejando una huella indeleble en la comunidad académica. Tu Tesis Doctoral no solo es un requisito para obtener el título de doctor/a, sino que también es una contribución valiosa al cuerpo global de conocimiento.

«A veces la vida te va a pegar en la cabeza con un ladrillo. Pero no pierdas la fe» decía Steve Jobs. Y no la has perdido, y por eso estás aquí. Tras un largo y espinoso camino de al menos tres años trabajando en tu tesis, por fin ha llegado el momento.

Durante todo este tiempo, tu Tesis Doctoral ha pasado por muchas etapas:

1. La odisea de la investigación

La escritura de tu tesis doctoral es un viaje que comenzó con la elección de un tema que te apasionaba y que, al mismo tiempo, era relevante para el campo de estudio.

2. Diseño metodológico y recopilación de datos

Una vez que estableciste el tema, tuviste que abordar el diseño metodológico y comenzar la fase de recopilación de datos: entrevistas, encuestas, experimentos o análisis de archivos existentes.

3. El desafío de la escritura

La escritura de la tesis fue una tarea monumental que te exigió claridad, coherencia y originalidad.

4. Revisión y retroalimentación

Comenzó después el proceso de revisión y retroalimentación, una fase crucial para refinar la calidad y la coherencia de tu trabajo.

5. Defensa: el momento clave

Y por fin la defensa de tu tesis, un hito significativo que simboliza la culminación de años de arduo trabajo y dedicación.

Han quedado ya atrás momentos de ilusión y momentos de desánimo, momentos en que dudabas si tirar la toalla o seguir adelante. Has aprendido mucho pero también has renunciado a muchas cosas. Sobre todo y fundamentalmente has renunciado a un tiempo junto a tu pareja, tu familia, tus amigos, tus hijos…

Pero ya has llegado aquí.

…Y seguro que también acierto lo que estás pensando: valió la pena, definitivamente, valió la pena haber pasado por todo esto para ser doctor/a. Y ahora que estás aquí, en el momento en que tu tesis está a punto de terminar, tienes la sensación de que el último paso no depende de ti porque tienes que dejarla en manos extrañas hasta que por fin la puedas leer.

Conocemos bien tus dudas, son muchos años (casi 40) compartiéndolas con muchos como tú. En estos años hemos compartido con vosotros los últimos miedos, las últimas inseguridades, las últimas noches sin dormir. Hemos investigado con vosotros normativas europeas y hasta hemos aprendido el manejo de nuevos programas. Os hemos oído innumerables veces comparar el proceso de una tesis con un parto, por el esfuerzo, los malos ratos, las preocupaciones y la ilusión que habéis puesto en ella. Nos habéis hecho sentir orgullosos de poner nuestro pequeño granito de arena en ese proceso tan importante en vuestras vidas.

Y, aunque alguna vez nos hayamos equivocado, siempre, siempre, en estos 40 años nuestro equipo ha intentado llevar a buen puerto el último paso: la maquetación, impresión impresión y encuadernación de vuestra tesis. 

Esperamos poder seguir haciéndolo otros 40 años más.

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